En Madrid, durante la primera campaña completa de 40 Días por la vida, más de 700 personas participaron en 1.100 horas de oración en silencio frente al abortorio Dator. Lo cuenta Nayeli Rodríguez, coordinadora de 40 Días por la vida en Madrid.
¿Por qué solicitó liderar una campaña de 40 Días por la Vida en Madrid?
Ya colaboraba con un voluntariado que rescata a madres embarazadas, pero sentía que con lo que hacíamos el aborto iba a seguir existiendo. Cuando supe que 40 Días por la vida buscaba a alguien en Madrid para la campaña de 2019, me ofrecí a través de la web. Vi un vídeo en el que contaban que gracias a las campañas ya se han cerrado más de 100 abortorios. El optimismo de 40 Días por la vida me llamó la atención y comprendí que sí se puede acabar con el aborto, con la ayuda de Dios. Lo que no pensé fue que realmente me concederían la campaña.
¿Cómo ha sido la experiencia?
Ha superado mis expectativas. Jamás me imaginé la acogida que tendríamos. Era un reto que me daba vértigo, pero me olvidaba de que con Dios somos mayoría. Me ha enseñado a confiar mucho más en Él. Han participado más de 700 personas: amigos, sacerdotes, turistas de paso, vagabundos, personalidades provida… todos unidos en oración. Y es curioso, porque ni la oración ni ser provida están de moda, lo cual significa que Dios nos está diciendo algo: hay una necesidad real de este tipo de iniciativas.
¿Cuál ha sido el momento cumbre?
En toda la campaña Dios nos ha llenado de milagros. Hemos presenciado varios rescates, como el de una chica de 21 años que iba a abortar y se acercó a nosotros para agradecernos que, al ver que rezábamos por ella y por su bebé, eligió la vida. Muchos corazones han sido transformados.