Por Marta Peñalver
Artículo publicado en la edición número 63 de la revista Misión, la revista de suscripción gratuita más leída por las familias católicas de España.
Lejos están los días en que se consideraba al camping como un alojamiento de segunda categoría o solo apto para jóvenes, en el que había que compartir baño y dormir en el suelo. Hoy esta opción ha ido tomando fuerza y atrae a un número creciente de familias cada año.
Para todos los gustos
Aunque cuando muchos oímos la palabra camping aún nos viene a la cabeza una tienda de campaña y empieza a dolernos repentinamente la espalda, nada más lejos de la realidad. En nuestro país, los campings son cada vez más sofisticados y hay opciones para todos los gustos. Claro que existe la posibilidad de dormir al raso, en tu tienda de campaña o en tu propia caravana, pero actualmente casi todos los campings cuentan también con cabañas o bungalós a los que nos les falta detalle: baño propio, aire acondicionado, cocina y otras muchas comodidades, que facilitan la estancia, en especial a familias con niños y a las personas mayores.
Sergio Chocarro, gerente de la Federación Española de Campings, explica a Misión que la mayor parte de sus visitantes son familias: “Para ellas es un paraíso”, asegura, y explica que también hay un público joven que acude en caravana o furgoneta para disfrutar de otra manera. En cuanto a la localización, las posibilidades son casi incontables: playa, montaña, norte, sur… En España hay más de mil campings repartidos por toda la geografía, para que cada uno escoja el que más se adapte a sus vacaciones soñadas.
Ocio y descanso al aire libre
Una de las grandes ventajas que ofrece el camping frente a otro tipo de alojamiento vacacional es que gran parte de sus instalaciones son al aire libre. Esto los convierte en un destino ideal para el verano, aunque en algunas regiones, como el sur de España, la temporada de camping se extiende desde abril hasta octubre, e incluso algunos abren todo el año.
Además, la crisis sanitaria ha propiciado que las familias busquen sitios de vacaciones que, como ocurre con el camping, permitan pasar la mayor parte del tiempo al aire libre y con espacios grandes donde resulta más fácil mantener la distancia. “Hemos visto que muchas familias nos visitaron por primera vez en el verano de 2020 y prácticamente todas repitieron en 2021”, asegura Chocarro.
Además, como en los resorts, los campings cuentan una amplia variedad de actividades de ocio y animación dirigidas al público familiar. Baile, actividades infantiles, deportes dirigidos o espectáculos son algunas de las posibilidades que ofrecen. Todo ello permite disfrutar de las ventajas de un hotel y gozar de un alojamiento rural, es decir, de combinar ocio y actividades organizadas con la tranquilidad, la independencia y el contacto con la naturaleza.
Para 2022 las previsiones son muy buenas. “Esperamos crecer en número de visitantes”, explica Chocarro. Así que si estás pensando en organizar una escapada distinta este año, ir de camping puede ser una buena opción.
Glamping, un nuevo concepto
Hoy los campings no tienen nada que envidiar a los complejos turísticos. La mayoría ofrecen ya una experiencia que engloba ocio, actividades deportivas, buena gastronomía, piscinas, naturaleza y “nuestro producto estrella: la animación”, explica Sergio Chocarro. “De hecho, se ha acuñado ya el concepto glamping (glamour y camping), que hace referencia a la posibilidad de vivir experiencias en plena naturaleza como dormir en un iglú, en una cabaña en un árbol o en una tienda india, pero con las comodidades casi de un hotel de lujo para que la experiencia sea redonda”, asegura Chocarro.
