Por Vannessa Arismendi, con la colaboración de Paulina Núñez formadora en el colegio mayor de la Universidad Francisco de Vitoria
Artículo publicado en la edición número 60 de la revista Misión, la revista de suscripción gratuita más leída por las familias católicas de España.
Fortalece tu fe
Cultiva tu relación con Jesús dedicando tiempo a la oración. Te ayudará formar parte de una comunidad en algún camino eclesial. Al buscarla debes “ser muy sensato, reconociendo lo que realmente te ayuda: misas con cantos, adoraciones, tener con quién hablar… Elegir alguna de ellas será lo ideal”.
Pierde el miedo
Sé valiente. No tengas vergüenza a expresar tus creencias. “Hazlo con libertad, pero consciente de que encontrarás otras maneras también válidas de expresar la fe”. Que los demás no piensen como tú no significa que te estén atacando.
Comparte tu experiencia
Habla desde tus experiencias sin ver a los demás como un campo de misión, sino como amigos con quienes compartir tus vivencias y lo que te ha ayudado a crecer en tu vida espiritual. “Si lo que tú tienes para ofrecerles es auténtico y bueno, ten la certeza de que, poco a poco, les contagiará”.
Sé humilde
Al expresar tus criterios sobre la fe, hazlo con sencillez, no desde el “yo tengo la razón”. “Trata de compartir lo que tú has experimentado, sin querer cambiar al otro”. Y si quieres que te escuchen, dedícales tú, primero, tiempo y atención. Sus opiniones merecen ser escuchadas.
Busca formación
Reconoce lo que te hace falta para responder, buscando los medios necesarios con la certeza de que “lo que te falta, tu padre Dios, tu Madre María, y tu casa la Iglesia te lo pueden dar”. Es un camino que poco a poco irás recorriendo. Te ayudará contar con el acompañamiento adecuado.
Reconoce a Dios
Mantenerte aislado no te garantizará relacionarte con Dios, porque puedes encontrarle en cualquier lugar si dejas de verlo como un ser “exótico”: de copas, bailando o en el silencio. Porque Dios es Dios y te saca conversación donde Él quiere. No se trata solo de abrir los ojos para reconocerlo, sino de saber ver la realidad más a fondo.
