La revista más leída por las familias católicas de España

La revista más leída por las familias católicas de España

Cómo no odiar los lunes

Si deseas que llegue el fin de semana para desconectar, esto es para ti. Empieza a levantarte cada mañana con ganas de transformar el mundo

Por Isis Barajas y Lourdes Téllez

¿Trabajar sin sufrir?

Afrontar el trabajo como una tragedia no depende tanto de las circunstancias externas como de nuestra forma de vivirlo. Así opina la psicóloga M.ª Teresa Álava, quien asegura que de nosotros depende hacer del trabajo nuestro mayor aliado o nuestro peor enemigo: “No dejemos que el azar o las circunstancias condicionen nuestra vida profesional. El timón está en nuestras manos, aprendamos a llevarlo con firmeza y con pericia en todo momento, pero muy especialmente cuando las aguas estén revueltas”.

Éstos son algunos de los consejos que señala en su libro Trabajar sin sufrir (LID Editorial Empresarial):

1. A la caza del “éxito”. Perdemos cada vez que abdicamos de nuestros principios y de nuestros valores. Perdemos cada día que dejamos de hacer las cosas importantes de nuestra vida. Perdemos cuando esperamos de los demás lo que sólo nosotros nos podemos dar. Ocupar un puesto supuestamente importante es algo siempre temporal, que nos pueden quitar en cualquier instante. El éxito es sentirnos satisfechos con nosotros mismos, y eso es algo que nada ni nadie podrá impedirnos nunca.

2. Hay esfuerzos que no compensan, si al final disminuye tu calidad de vida. Hay esfuerzos que no tienen justificación, si los sacrificados son tus familiares. Y hay esfuerzos que son inhumanos, si te impiden respirar y vivir cada día.

3. Nuestros superiores no pueden condicionar nuestras emociones. Podemos sentirnos mejor o peor valorados por nuestros jefes, pero no podemos otorgarles el poder de provocar nuestro desaliento.

4. Para y piensa. Cuando nos sintamos desbordados, antes de hacer cambios y actuar de forma impulsiva, nos irá mejor si revisamos nuestro método de trabajo y mejoramos nuestra gestión del tiempo.

5. Aprende a desconectar. O aprendemos a desconectar, o nos preparamos para muchas horas de sufrimientos inútiles, de tiempos perdidos, malgastados y robados a nosotros mismos y a nuestras familias.

6. Para seguir adelante. Podemos vivir con malos jefes, incluso con compañeros regulares, pero no podemos vivir sin ilusiones que llenen nuestro presente y sin proyectos que iluminen nuestro futuro.

7. El sueldo (bueno o malo) no justifica nuestro malestar. No hay ningún salario que nos pague los perjuicios que el estrés ocasiona en nuestra salud, en nuestro estado de ánimo y en nuestra vida personal.

Como católicos, tenemos un recurso especialmente valioso. Nuestra actitud frente al trabajo cambia cuando sabemos que en él tenemos una misión, no sólo de autorrealizarnos y completarnos como personas, sino de servicio a los nuestros, a la sociedad e, incluso, a la Creación. Como diría Juan Pablo II al inicio de su pontificado, el hombre tiene en el trabajo “verdadera vocación de transformación del mundo, en un espíritu de servicio y de amor a los hermanos, para que la persona humana se realice aquí mismo y contribuya a la humanización creciente del mundo y de sus estructuras”.

¿Te ha gustado este artículo?

Para que disfrutes de más historias como esta

ARTÍCULOS RELACIONADOS

ARTICULOS DE INTERÉS

ARTICULOS DE INTERÉS

ÚLTIMA EDICIÓN

MARZO, ABRIL, MAYO 2024

MARZO, ABRIL, MAYO 2024